Lo Regional y lo Universal. La Herencia de la Escuela de Arquitectura de Tucumán. Antología Biográfica-Crítica 1947-1956 y 1957-1968

Autor: Hugo Ahumada Ostengo

Resumen

La Universidad Nacional de Tucumán fue fundada por Juan B. Terán en 1914, posteriormente pasó a la Nación en 1918. Su objetivo fue inicialmente constituirse en un punto de difusión extensión e investigación cultural para la región del noroeste argentino. Su lema, identifica su esencia: “Pedes in terra ad sideravisus”. Los pies en la tierra la mirada hacia las estrellas. La unión de lo regional con lo universal se identifica en el lema de la Universidad.

El profundo sentido de lo real y de lo ideal, impulsó a Terán a pensar en una Universidad distinta. Veía a Tucumán como centro del norte argentino, su fuerza y su conciencia.

Una sabia conjunción entre lo Regional y lo Universal, es lo que navega permanentemente en este trabajo. Tema, que es abordado como marco teórico de esta tesis, con los enfoques de distintos pensadores como Adolfo Colombres, teóricos de la arquitectura como Tzonis, y Frampton o filósofos como Edgar Morin. (Capitulo 1)

En 1939, se consolida el comienzo de una experiencia que luego pasaría a contener los elementos fundamentales de la teoría de Juan B. Terán: La Escuela de Arquitectura. Comienza a funcionar dentro de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Exactas, como un Departamento a cargo del Arquitecto Adolfo Cavagna, se mantiene apegada a los cánones de la enseñanza tradicional, pero paulatinamente se van introduciendo algunos aportes significativos con la llegada de Horacio Moyano Navarro, egresado de la Universidad de Columbia, EEUU.

En 1945 se incorporan dos figuras centrales para la Escuela: Eduardo Sacriste y Horacio Caminos quienes comienzan a introducir notables cambios en la enseñanza. Cuando asume el Rector Horacio Descole, ya en el gobierno de Perón, comienza un periodo notable para la Universidad, por la amplitud y la importancia que adquiere el desarrollo de las artes, el teatro, y la arquitectura. Se incorpora Jorge Vivanco, quien propone la creación de un Instituto de Arquitectura y Urbanismo y al poco tiempo se agregan varios arquitectos que habían formado parte del Grupo Austral, seguidores del urbanismo Le Corbusierano. Se incorporan: Hilario Zalba, Rafael Onetto, José Le Pera, Jorge Borgato, quienes junto con los anteriores: Sacriste, Caminos, y Vivanco, logran consolidar un notable grupo de profesores que le imprimen a la enseñanza los avances revolucionarios de la arquitectura moderna.

En 1947, a partir del viaje de Jorge Vivanco al CIAM de Inglaterra, se contratan a dos importantes arquitectos de excelente formación europea: Enrico Tedeschi, y CinoCalcaprina[1], colaboradores de la revista Metrón dirigida por Bruno Zevi, quienes tienen una visión mas vinculada al movimiento organicista. Así en Tucumán se integran ambos grupos en una experiencia enriquecedora y también conflictiva, que constituye un momento capital para la historia de la arquitectura Argentina, por la riqueza de la enseñanza y por el proyecto que se empezaría a realizar: la Ciudad Universitaria de Tucumán en San Javier.

Estos aspectos históricos-institucionales son los abordados en el Capitulo 2.

En los capítulos 3,4 y 5, se realiza la antología de ensayos biográficos-críticos como herramienta de análisis, sobre cada uno de los arquitectos de las tres generaciones investigadas. Esto permitía analizar cada uno de ellos por separado, profundizando sus aspectos particulares manteniendo la vinculación general de todo el proceso.

En capitulo 6 y 7, se analizan los resultados. Estos resultados están conformados por lo que realizan las tres generaciones: tomando dos elementos: por un lado los concursos de anteproyectos, y por el otro, los ejemplos de obras significativas de Tucumán, en donde se recopilan a 25 de ellas.

Por último, en el capítulo 7, se incorporan un conjunto de obras significativas (25) de arquitectos de las tres generaciones de la Escuela de Tucumán, entre el periodo 1950 y 1980, seleccionadas por su valor como producto arquitectónico, ya que tienen la frescura de un momento inicial de interpretación particular a condicionantes universales de la función y de la técnica interrelacionados con un sitio, un paisaje, y adaptados en mayor o menor medida a los usos y costumbres de una región determinada.

Uno de los propósitos centrales de este trabajo es el constituir un puente, un vínculo entre lo que dejaron los fundadores de nuestra Escuela, pioneros de la arquitectura moderna y de su enseñanza, con sus herederos, a su vez algunos de ellos, nuestros profesores, con las generaciones futuras. Hay, por lo tanto, en nuestra generación -quizás por el desconcierto reinante desde la teoría- en redescubrir y comprender en profundidad lo que sucedió en la Escuela de Tucumán, y en detectar cual fue la herencia producida tanto en la obra, como en el pensamiento de la 2° y 3° generación de sus egresados.

Espero que este trabajo ayude a entender la verdadera esencia de nuestro tiempo. En palabras de Jorge Vivanco: “Se podría cumplir una función muy importante, si se estableciese un puente y comprensión entre las distintas generaciones, que hasta ahora han actuado por si solas, sin aprovechar las experiencias de las anteriores ni trasmitir las propias a las nuevas generaciones.”[2]

 

[1]También viene Ernesto Rogers, Luigi Piccinato y Guido Oberti, quienes se quedan un periodo breve de tiempo.
[2]Entrevista a Jorge Vivanco. Revista El obrador N° 3  año 1964


Información de la Tesis:

  • Director de la tesis: Dr. Arq. Álvaro Sánchez González
  • Director de la tesis: Dr. Arq. Antonio Turati Villaran
  • Director de la tesis: Dr. Arq. Carlos González Lobo
  • Director de la tesis: Dr. Arq. Luis Arnal Simon
  • Director de la tesis: Dr. Arq. Manuel Aguirre Osete
  • Institución que otorga el título: Universidad Nacional Autónoma de México. CIEPFA Centro de Investigaciones y Estudios de Posgrado de la Facultad de Arquitectura
  • Fecha de Exposición de la obra: 14/11/2007.