La prórroga de la vigencia del plan 79/3 fue una decisión política y educativa que en línea con el perfil de la actual gestión de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo se basó en una visión estratégica y no coyuntural. La respuesta fue un recurso sobre un pedido puntual pero en el marco de un proceso de construcción estratégica de un nuevo Plan integral 2022.

El 12 de abril de 2021 se presentó el proyecto de prórroga a partir de una solicitud de un numeroso grupo de estudiantes de ese plan y apoyado por las y los consejeros estudiantiles de la FAU. Tuvo una ampliación el 7 de septiembre del 2021, ya que dicho plan caducaba en marzo del 2022. La actual gestión desde un inicio lo tomó como un desafío a resolver. El pedido de prórroga se justificaba en la idea de que más de 100 estudiantes conseguirían recibirse contando con un lapso de un año más para culminar el trayecto de cursada así como las instancias de evaluación. Se trata de estudiantes que dejaron de cursar para trabajar o abandonaron por diversas situaciones familiares que hicieron más compleja su trayectoria en la FAU. Estudiantes que durante 2020, año de inicio de la cuarentena y de demora en el retorno de las mesas de exámenes, quedaron sin oportunidades para poder avanzar. Esto provocó el pedido de que no se cuente el ciclo lectivo 2020.

Una visión estratégica en una gestión de una institución académica como la FAU manda a pensar en su compromiso con la producción concreta de títulos y el fortalecimiento del campo profesional en Tucumán. Las universidades miden su eficacia también en su capacidad de incidir en un campo profesional a partir de medidas que lo fortalezcan, lo legitimen y lo jerarquicen. Por tal motivo la Secretaría Académica elaboró un informe de seguimiento del desempeño de los alumnos del plan 79 antes y durante la pandemia. En el mismo se expone que:

  • 1. La virtualidad constituyó una herramienta fundamental que permitió la inclusión de un grupo de estudiantes que estaba prácticamente excluido por sus circunstancias particulares, permitiéndoles regresar y aspirar a cumplir el anhelo de completar sus estudios universitarios.
  • 2. Si bien un grupo de estos alumnos que se reinsertó al sistema podrían completar sus estudios en el plazo establecido para la culminación del plan 79/3 (marzo de 2022), otros necesitan más tiempo para lograrlo. En el informe se estima que, de prolongar por un período lectivo más el plan 79/3 (hasta marzo de 2023) lograrían el objetivo de recibirse más del doble de los alumnos que los que se recibirían de no prolongarse la vigencia del plan.

En el supuesto de habilitarse una prórroga del plan 79 se consideró que los alumnos que no pudieran completar sus estudios bajo la vigencia del plan 79/3 deberían pasarse al plan 2008 y cursar algunas materias que se incluyeron en ese plan.

El análisis realizado por la secretaria Académica aporta miradas estratégicas de la situación. Este tema estaba pendiente en la agenda desde el 2018 cuando asumió la actual gestión de la FAU. Con vocación prospectiva, la actual gestión creó la Secretaría de Planificación y Actualización Curricular con el objetivo de redactar un nuevo plan de estudios superador del actual Plan 2008.

Durante 2020 el escenario se modificó de manera radical con la pandemia y la participación de estudiantes se multiplicó producto de las ventajas inmediatas de la implementación de la modalidad del cursado virtual. En este marco, un número significativo de estudiantes que estaban fuera de la facultad pudieron retomar sus estudios. La cantidad fue impactante y los números incidieron en la visión que dominaba hasta ese momento. De súbito se construyó un escenario novedoso. Bajo esta situación, la FAU se comprometió a hacer los acompañamientos y tomar las medidas necesarias para estimular a los estudiantes próximos a recibirse, en la confianza de que prolongar el plan 79 hasta el año 2023 facilitaría la creación de condiciones favorables a ese objetivo.

Al mismo tiempo, en lo inmediato desde la gestión se generará un acompañamiento para el cambio de plan de estudios a los estudiantes que no tendrán la posibilidad de completar su carrera hasta el 2023. Hoy se vuelve imperioso que la universidad ponga fin a esta situación. No se trata de conseguir una prorroga más de un plan de estudios, si no de la posibilidad de participar de los procesos de acreditación de la carrera, o sea, de la posibilidad de que la FAU se someta a evaluaciones de desempeño donde se deben validar estadísticas de todo lo acontecido en estos años extraordinarios producto de la pandemia.